Tengo 43 años, una gabardina oscura y un pasaporte diplomático
con la fotografía de un hombre al que no me parezco. También dos cajas con un
sello de la Atlas Mail Line SS y
un billete para abordar el próximo Ferry hacia Staten Island. Soy, en toda
regla, alguien a quien nadie conoce.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario