viernes, 25 de noviembre de 2011
martes, 22 de noviembre de 2011
Un collarín para Ítalo Calvino II
me ocurren cosas extrañas.
También los 4.
a veces los 28
y los 15 de algún mes.
años en mi contra
pasan
frente a mí.
lunes, 21 de noviembre de 2011
"Llenos de gracia"
-llegar siempre es más importante-.
En el autobús
-siempe el autobús-
me sorprendo mirando mis zapatos
-siempre mis zapatos-
Mi rostro me incomoda.
-el corazón también-
Últimamente, me descubro
-me descubro-
desnuncándome en cada tecla.
jueves, 17 de noviembre de 2011
176
No me gustan los condominios con fachadas de ladrillos y piscinas.
Tampoco las cristaleras que se repiten, idénticas,
llenas de tendederos y correpasillos de niños ausentes a esta hora de la mañana.
(Es raro
-casi fúnebre-
el comfort del extrarradio).
No me gustan los autobuses que viajan, aburridos,
con el vientre lleno de asistentas y chinos.
No me gusta el olor a sudor, ni el roce obligado con abrigos de piel sintética.
No me gusta, nada.
Y sin embargo,
formo parte de esta nube de polvo, grasa y caspa.
En la parada de Valcarlos con avenida de Santiago,
alguien hace sonar un cortauñas, a las once de la mañana.
Al levantar la vista del suelo,
me doy cuenta de que viajo sola.
El 176 da tumbos.
Yo también.
miércoles, 16 de noviembre de 2011
domingo, 13 de noviembre de 2011
Almohadas
Pesadas gotas de su sangre marcaban el camino desde nuestra habitación al lavamanos. La cómoda blanca tenía rojas interrupciones, rastros aún frescos y tibios de su herida. Y no supe qué hacer, excepto preguntar: ¿Estás bien, amor? ¿Estás bien? Como si en el fondo le preguntase ¿estamos bien, amor?, ¿estamos bien?, ¿estamos…?
miércoles, 9 de noviembre de 2011
'Hágase tu voluntad'
De haber podido,
habría sido una dedicatoria,
a tu salud,
y a mi pesar.
De haber podido,
lo habría hecho
como se hacen en la gramática
los cortes de pelo
y en las iglesias
los actos de contrición
(en reflexivo pero con intermediarios)
De haber podido,
habría sido una dedicatoria.
Pero las tartas tienen velas
y el viento, al final, siempre sopla
Cueste, lo que cueste.
lunes, 7 de noviembre de 2011
(Porque en el chino no había Tila)
Ejercicio número uno para un diálogo entre personajes imaginarios. (O tal vez, sólo un mal poema)
-¿Conoces tú otro idioma? ¿Hablas el lenguaje de las fibras? ¿Conoces la puntuación de las texturas? Dime, ¿sabes tú de esas cosas?
-Una vez soñé con la cobija de Beuys. ¿Eso cuenta?
-No. ¿Aprendes algo, ahí, mirando la autovía con la nariz pegada al cristal del autobús?
-No lo sé. Creo, a veces, que sí. Pero con el abono de transportes, perdí también la concentración.
-¿Cuántos libros has leído?
-Sé cuántos he olvidado.
-¿Deletreas, a menudo, las palabras en tu mente?
-Con cierta frecuencia.
-¿Cuentas en orden invertido los números de diez en diez?
-Depende del día. Si me toca subir escaleras mecánicas, probablemente.
-¿Qué vamos a hacer mañana?
-Vendernos por kilo.
-¿Esperabas algo a tus 27?
-Un premio literario.
-¿A tus 30?
-Un Golden retriever y una alacena llena de productos kraft.
-¿Y qué pasó?
-Lo mismo me pregunto yo.
-¿Escribes?
-A veces.
-¿Sobre qué?
-Pregunta sobre quién.
-Da lo mismo. Da igual. ¿Escribes?
-A veces sueño que escribo.
-¿Cuántas cuartillas escribes al día?
-Las mismas que podía escribir Hem borracho.
-¿Cuánto es eso?
-No lo sé, pero a veces intento escribir de pie y aficionarme al Bellini.
-¿Tienes alguna opinión formada sobre los escritores?
-La tuve.
-¿Y qué pasó?
-Lo mismo me pregunto yo.
-¿Sueña BJörk con caballitos de mar?
-No. Ellos sueñan con ella.
-Entonces, podemos descansar.
-Podemos, sí. Podemos.domingo, 6 de noviembre de 2011
sábado, 5 de noviembre de 2011
_ _ _ _
¿No estaría bien ser una reina sin botones?
Hablar por teléfono
Dar de comer pájaros a los gatos
y salir a pasear atada de la cadena de alguna otra bestia.